En biomedicina moderna, el KLOTHO es una proteína antienvejecimiento descubierta en 1997 y bautizada en honor a Cloto, una de las tres moiras de la mitología griega que “hila el hilo de la vida”.

 

Se produce principalmente en el RIÑÓN y en el CEREBRO, y actúa como un regulador de la longevidad.

Entre sus funciones más destacadas:

1. Regula el METABOLISMO DEL CALCIO Y EL FÓSFORO
2. Protege frente al ESTRÉS OXIDATIVO
3. Modula rutas metabólicas como la IGF-1 y FGF23
4. Favorece la PLASTICIDAD SINÁPTICA y la FUNCIONALIDAD COGNITIVA

Cuando los niveles de KLOTHO disminuyen, algo que sucede con el envejecimiento o en enfermedades crónicas, se acelera el deterioro de huesos, arterias y cerebro.

En MEDICINA TRADICIONAL CHINA (MTC), el JING es la esencia vital que se almacena en el RIÑÓN.

Sus funciones principales son:

1. Sostener el CRECIMIENTO y el DESARROLLO desde la concepción
2. Regular la FERTILIDAD y la REPRODUCCIÓN
3. Nutrir la MÉDULA y el CEREBRO (el “MAR DE LA MÉDULA”)
4. Determinar la LONGEVIDAD

Con el paso de los años, el JING se va consumiendo, reflejándose en envejecimiento físico y mental.

El RIÑÓN como origen: Tanto el KLOTHO como el JING tienen su “centro” en el RIÑÓN (biológico y energético).

Longevidad: Niveles altos de KLOTHO se asocian con una vida más larga, igual que un JING abundante.

Cognición y vitalidad: KLOTHO protege las NEURONAS y la SINAPSIS; el JING alimenta la MÉDULA y el CEREBRO.

Desgaste: El estrés, la mala alimentación y las enfermedades crónicas reducen KLOTHO y consumen el JING.

Podemos decir que favorecer la expresión del GEN KLOTHO a través del estilo de vida, la alimentación, el ejercicio consciente y plantas adaptógenas es, en términos modernos, “NUTRIR EL JING”.

Ambas visiones, la científica y la energética, nos hablan de la misma esencia: CONSERVAR LA BASE VITAL QUE SOSTIENE LA VIDA Y RETRASA EL ENVEJECIMIENTO.